El viaje de Ariel

El viaje de Ariel comenzó modestamente con un simple anillo y un bolsillo lleno de sueños. Ariel, que comenzó como cajero en Publix, tenía tal pasión por las joyas que gastaba el salario de una semana en un solo anillo. Este anillo, que llevaba todos los días, incluso en el trabajo, llamó la atención de un cliente en su caja. Impulsado por la inspiración, Ariel ofreció el anillo por el doble de precio y, para su sorpresa, el cliente pagó cien dólares por él, duplicando los ingresos semanales de Ariel y plantando la semilla de su futuro en el negocio de la joyería.